GABRIELA MISTRAL
Gabriela Mistral (Vicuña, Chile,1.889- Nueva York, 1.957), es sin duda una de las voces más originales que ha dado la Poesía en Lengua Castellana en toda su historia. Mujer combativa, llamada la maestra de América Central, desarrolló una labor gigantesca tanto en su vertiente literaria y como educadora. Grandísima poeta y narradora mereció el Premio Nobel de Literatura en el año 1.945. Aún así sigue siendo una gran desconocida para muchos lectores del lado de acá como de allá, sirva esta humilde entrada como homenaje a una voz Universal. Aquí les dejo un maravilloso poema que sobre todo habla de la infancia, ese maravilloso país.
PAÍS
DE LA AUSENCIA
A Ribeiro Couto
País
de la ausencia
extraño país,
más ligero que ángel
y seña sutil,
color de alga muerta,
color de neblí,
con edad de siempre,
sin edad feliz.
extraño país,
más ligero que ángel
y seña sutil,
color de alga muerta,
color de neblí,
con edad de siempre,
sin edad feliz.
No
echa granada,
no cría jazmín,
y no tiene cielos
ni mares de añil.
Nombre suyo, nombre,
nunca se lo oí,
y en país sin nombre
me voy a morir.
no cría jazmín,
y no tiene cielos
ni mares de añil.
Nombre suyo, nombre,
nunca se lo oí,
y en país sin nombre
me voy a morir.
Ni
puente ni barca
me trajo hasta aquí,
no me lo contaron
por isla o país.
Yo no lo buscaba
ni lo descubrí.
me trajo hasta aquí,
no me lo contaron
por isla o país.
Yo no lo buscaba
ni lo descubrí.
Parece
una fábula
que yo me aprendí,
sueño de tomar
y de desasir.
Y es mi patria donde
vivir y morir.
que yo me aprendí,
sueño de tomar
y de desasir.
Y es mi patria donde
vivir y morir.
Me
nació de cosas
que no son país;
de patrias y patrias
que tuve y perdí;
de las criaturas
que yo vi morir;
de lo que era mío
y se fue de mí.
que no son país;
de patrias y patrias
que tuve y perdí;
de las criaturas
que yo vi morir;
de lo que era mío
y se fue de mí.
Perdí
cordilleras
en donde dormí;
perdí huertos de oro
dulces de vivir;
perdí yo las islas
de caña y añil,
y las sombras de ellos
me las vi ceñir
y juntas y amantes
hacerse país.
en donde dormí;
perdí huertos de oro
dulces de vivir;
perdí yo las islas
de caña y añil,
y las sombras de ellos
me las vi ceñir
y juntas y amantes
hacerse país.
Guedejas
de nieblas
sin dorso y cerviz,
alientos dormidos
me los vi seguir,
y en años errantes
volverse país,
y en país sin nombre
me voy a morir.
sin dorso y cerviz,
alientos dormidos
me los vi seguir,
y en años errantes
volverse país,
y en país sin nombre
me voy a morir.