MIENTRAS ESTÁS PINTANDO
A Lamia
I
He derramado lágrimas
mientras estabas pintando,
y he bordado mi mortaja
pues no soportaba ya tu encanto.
II
Mi alma se emocionaba,
tu pincel saludaba a la muerte,
el corazón se me ensanchaba,
y, se disolvía en el horizonte.
III
Que nunca se apague tu pintor
aunque yo me vaya con la parca,
me iré feliz, satisfecho y veloz
con tus recuerdos pictóricos en mi barca.
IV
Nos veremos en el Hades,
un día cualquiera de primavera,
a esa cita puntual no faltes,
allí pintarás siempre la primera.
Que espere el Hades, José. Sigue gozando de la pintura y que vuele tu inspiración aunque "sufras", porque tus rimas son garantía para nuestro gozo. Un abrazo, compañero.
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