A PROPÓSITO DE LOS DESPROPOSITOS Y OTRAS PITADAS EN ESTE PAÍS LLAMADO
ESPAÑA
En los últimos días no cesa mi
teléfono móvil y el correo electrónico de recibir mensajes con la intención de
firmar proclamas y demás a favor de cierto precepto que no tengo claro. Vaya
por delante que mi concepto de patria es muy difuso, casi evanescente, pero
quiero decir también que creo por encima de todo en el respeto humano, es
decir, el respeto al otro, como individuo, como ciudadano, y que los ciudadanos
debemos respeto a nuestros dirigentes, a nuestras instituciones y derivados.
Esta primera consideración viene evidentemente
como respuesta mía a los acontecimientos acaecidos en el enfrentamiento deportivo entre el F. C.
Barcelona y el Athletic de Bilbao, en el Nou Camp, la gran pitada que recibió
el himno nacional español, en presencia del neorey, D. Felipe VI. Esta es una
situación que se viene repitiendo desde hace un tiempo, este tira y afloja,
entre ‘cataluñistas’ y ‘españolistas’. Yo estoy seguro que a la mayoría de los
ciudadanos de España poco les importa este acontecimiento puntual, a los
ciudadanos de a pie lo que realmente nos importa de verdad es que nuestros
gobernantes, el rey y demás entes, se dediquen
exclusivamente a las cosas
importantes de este país: España es un país descompuesto absolutamente por la
crisis económica muy mal gestionada por los últimos gobiernos, además, estos
gobernantes actuales y futuros, deberían de aplicarse el cuento y dedicarse a
los grandes temas de Estado: como castigar seriamente a la cantidad de chorizos
políticos que han aflorado, y han saqueado las arcas públicas, en definitiva, a
mirar con lupa los verdaderos problemas como el paro, la inmigración, las
prestaciones sociales, ayudas a los autónomos de la pequeña y mediana empresa,
desahucios, cuidar la sanidad y educación pública, cultura, y miles de problemas
que asolan a los ciudadanos españoles, y sobre todo, que arreglen sus
desencuentros partidistas en pro de una estabilidad social y política, ya que
nunca jamás en este país los políticos han estado tan poco prestigiados.
A estas alturas, a mí como a la
mayoría de los españoles, poco nos importan ya las siglas, pues la mayoría de
los ciudadanos nos hemos desencantado con la política, con los partidos en los
que creímos y nos hicieron creer (esto se ha hecho evidente en las últimos
elecciones municipales y regionales, con la fuga de votantes desconcertados
absolutamente).
Ahora sólo nos resta que el día a día en este
país mejore en beneficio del ciudadano, y de los muchos contribuyentes que
vendrán, como nuestros hijos que van creciendo, nietos y demás familia,
ciudadanos en los que yo creo absolutamente y se merecen el respeto que algunos
de nosotros no hemos tenido de nuestros últimos gobernantes.
Por tanto, seguiré sin contestar a los
mensajes telefónicos, pero lo que sí voy a hacer es poner en el perfil de mi
whatsapp o redes sociales o donde me de la real gana este lema: LA VERDADERA
PATRIA ES EL CIUDADANO.
José
Cantabella
(Valla de la serie: Reformas, de Carmen Cantabella)
(300 X 600 cmts.)
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