CARTA
A MAMÁ
Querida
mamá, te escribo esta carta bajo un doble sentimiento: decepción y
desesperanza. Me imagino que ya te habrá llegado a Recuerdo la
noticia que acaba de hacer pública la Casa Real Española del
compromiso de boda del heredero de la Corona don Felipe de Borbón y
Grecia con la señorita doña Letizia Ortiz Rocasolano. Perdona que
no te haya escrito antes, pero mi indescriptible estado anímico no
me lo permitía, aunque sobre todo sufro por ti, porque sé todo lo
que te ha costado sacarme para adelante, posibilitando en su día que
yo estudiara una carrera universitaria en Madrid, dándome lo que no
tenías, ya que desde que nos abandonó papá tuviste que tomar las
riendas de nuestra casa y ponerte a trabajar, todo concebido para
soñar con que un día el heredero real se fijara en mí, porque como
era bien sabido se tenía que casar por amor con una chica sencilla
de clase media como yo, como doña Letizia. Aunque ahora ya todo eso
no importa, por tales acontecimientos, esta carta mamá, que escribo
mientras un calor violento recorre mi rostro, mi desolado rostro,
unas letras que nacen con la esperanza de que te animen un poco, pues
te imagino aún peor que yo, nunca hubiera sospechado que todo
hubiese ocurrido de forma tan rápida, un imprevisto e inexorable
ceremonial, pues hace dos semanas la futura reina presentaba el que
dicen su último “Telediario”, no me lo puedo creer que nadie se
hubiera enterado de esa relación, algo muy por encima de la
realidad, pues a él siempre se le conocían las relaciones con todas
sus novias, ya sabes como funciona en este país la crónica rosa, si
quieres que te sea sincera, yo creo que si esta relación que dicen
dura mas de un año no se ha conocido antes es porque doña Letizia
es periodista, todo establecido, bueno, ya sabes tu como funciona
también en nuestro país el corporativismo, claro como es
periodista, no como yo que estudié Literatura Española, ya te dije
hace muchos años cuando acabé el bachiller que la carrera que
escogimos no se adecuaba del todo a mis intereses, a los tuyos, pero
ahora mamá qué poco importa todo, ahora solo me queda dejar mi
puesto como profesora en el Instituto y volver a Recuerdo, dejaré a
tu pesar Madrid mamá, sí, la suerte está echada, una oscuridad sin
límites invade mi existir, mira que te lo dije, no eran simples
mostraciones, me tenía que haber casado en su día con Ricardo, un
hombre extremadamente bondadoso, no me hubiera faltado de nada,
estaría llena de hijos, sería toda una señora, me hubiese casado
por amor como el Príncipe y doña Letizia, mamá no tendría que
haberte hecho caso, ahora a mis treinta y un años (los mismos que la
afortunada) empiezo a ser una solterona, además, en cierto modo me
siento despechada, porque he seguido todos tus bienintencionados
consejos mamá, he frecuentado los mismos ambientes que el Príncipe,
he veraneado como tu me recomendabas en lo lugares que él, he
viajado a los mismos países que él lo hacía de visitas oficiales,
todo mamá para nada, qué arrepentida me siento de haber dejado
escapar a Ricardo, efectivamente, un simple oficinista, pero te
pregunto ahora ¿y qué?, ¿que pasaba con Ricardo?, muy buena
persona que era y es, precisamente hace unos días que lo vi con su
esposa en el Corte Ingles, rodeado de sus hijos, bien feliz que será,
seguro, y no como yo, toda una vida maquinada por ti para que un
supuesto día llegara el príncipe azul y me eligiera, futura reina,
la ilusión de tu vida, pertenecer a la Familia Real Española, ¿pero
alguna vez pensaste en mi mamá?, todo tu entramado no me satisfacía,
una vida de sacrificios, siempre siguiendo tus torpes consejos,
hasta llegué a arrimarme en varias ocasiones desesperada a las
vallas de los lugares que el príncipe visitaba en Madrid,
entretanto, a la espera de un gesto, la ruptura del protocolo, una
mirada diferente de las que dedicaba a las demás chicas, porque es
verdad y en eso te doy toda la razón, siempre dijo el Príncipe que
se casaría por amor, no tendría que ser la futura reina de España
de familia perteneciente a la realeza, pero ha elegido a otra mamá,
tanto amor le profesa que nada le importa que doña Letizia esté
divorciada al igual que sus padres, qué decepción mamá, pronto
volveré a Recuerdo y estaré a tu lado, aunque, ¿ tu crees que debo
de volver?, ya no sé que pensar, tan solo esperaré una carta tuya,
una orden más, algo que me haga salir del fango en el que me
encuentro sumida, aunque estoy pensando que a lo mejor todavía te
queda, nos resta una esperanza de emparentar con la Casa Real
Española, para eso tendrías simplemente que aconsejarme algo como
que comience a pensar en la idea de casarme con ese compañero del
Instituto del que te he hablado últimamente en algunas ocasiones, el
otro profesor de Literatura, el poeta, seguro que te gusta más que
Ricardo, podríamos formar lo que se llama un matrimonio pedagógico,
y comenzar a tener hijos, de esa manera seguiría viviendo en Madrid
mamá, y como seguramente dentro de poco el Príncipe don Felipe y
doña Letizia decidirán tener hijos... así cabría la posibilidad
de que en su día mis hijos, tus nietos, puedan emparentar con los de
ellos, sólo tendré que adiestrarlos de tal manera como yo lo he
sido, tus nietos, mis hijos, te prometo serán criados como infantes,
seguiré muy de cerca los pasos que den en cada momento los futuros
reyes de España y sus hijos, y de ese modo ver tu sueño cumplido,
el mío, de pertenecer a la Familia Real Española.
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