NOTAS Y REDES SOCIALES
No
deja de ser preocupante para nuestra feliz convivencia que en las notas
de sociedad que a diario se publican en El Imaginario, el periódico
oficial de la bella y olvidada ciudad de Recuerdo, se incluyan desde
hace un tiempo a esta parte, a saber por qué, en su sección de
Cultura, en los asuntos literarios; esta es sin duda una muestra más
del desinterés por la verdadera Cultura de nuestros medios locales.
Tanto
es así que nuestra poeta menos prestigiada, Gimena Santos, esté
acaparando en buena medida las crónicas de esta sección venida a
más. Ayer, la última vez que pudimos leer otra crónica que se suma
a las anteriores, la misma, que nos narraba una vez más de su
ascenso al parnaso literario de Recuerdo, estaba repleta del sumario
de un día cualquiera, día abarrotado de eventos literario-sociales,
de su capacidad de llevar a cabo una obra en las afanosas redes
sociales y otros medios; festejando así que aquél día era otro
triunfo más sumado ya a los ya prestigiosos Viernes Literarios, pues
casi siempre es ella la recitadora.
En
dicha nota social se hablaba de un deslumbrante recital de la poeta
ante más de 70.000 personas en la plaza de toros convertida para la
ocasión en auditorio poético, pero no sólo eso, una vez más
aplaudían desde el periódico su prolífica obra poética en marcha,
mencionando los once libros publicados el año en curso, para
perplejidad de propios y extraños, también hablaba de un cercano
día en el que su muro de Facebook había alcanzado los 45.000 'me
gusta', igualmente su blog de poesía, había logrado un ascendente
número de entradas, contabilizadas en 60.000 en ése dichoso día.
De disparate maravilloso narraba el periodista amigo de la poeta, que
sumaba a su vez las 48.000 entradas en su muro de Twiter, unas 98.00
en su página web, 180.000 en su canal Youtube, lo que no dejaba
lugar a dudas que la vate local era una grandísima poeta que aquél
mismo día, siempre hablamos de El Día, había logrado en los
quioscos vender 29.000 ejemplares de su revista literaria.
De lo
que no daba cuenta el periodista y amiguete de la escritora era que
si por fin el Ayuntamiento de la ciudad regido por su padre, antes de
final de mes, se decantaría a publicarle sus obras completas en los
kioskos a un módico precio.
( Autora: Eugenia Loli)
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