miércoles, 5 de octubre de 2016


ENTREVISTA DE TRABAJO




En lo primero que se fijó cuando abrió la puerta del lujoso despacho después de tocar dos veces con los nudillos de la mano izquierda, fue que la señora que lo esperaba de pie junto a la mesa de despacho mostrando con su mirada un reposo angustiado para la entrevista de trabajo, llevaba la arrugada falda más arriba de los muslos, y el cinturón que la sujetaba desabrochado. Entretanto, sintiendo una gran tristeza irónica lo vio todo claro, sólo tuvo que explicarle Chacón a la señora Ministra durante dos horas de charla amable lo principal de un currículum que reposaba casi ridículo encima de la mesa, acaso hablaron de algunos detalles sin interés de su vida sencilla, hasta que él se levantó de la incómoda silla, se acercó sigilosamente a la mesa del despacho, se metió por debajo de ésta hasta llegar junto al cómodo sillón aterciopelado del que se dejaba deslizar con segura lentitud un hermoso cuerpo, de rodillas le separó las piernas en el mismo momento que descubría que no llevaba ropa interior, entonces buscó con habilidad en la oscuridad del mediodía radiante un sexo húmedo dispuesto a ser complacido, comenzó a lamerlo despacio hasta que transcurridos breves instantes sintió los desmesurados y placenteros espasmos que procedían del otro cuerpo, después, al mismo tiempo que la señora ministra se ajustaba la ropa, recompuso su figura, dejando intacto el silencio de la estancia, esforzándose en advertirle al entrevistado que la visita había terminado.

A la mañana siguiente Chacón volvió a la oficina de la señora Ministra para firmar el contrato que lo nombraba su secretario particular por tiempo indefinido. 


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