domingo, 30 de diciembre de 2018

LOS LIBROS DE CHACÓN 


El pasado jueves me encontré por una de las calles más emblemáticas de la bella y olvidada ciudad de Recuerdo con mi amigo Luis Chacón.  Hablamos de todo, como siempre, pero el tema que más nos une es sin duda la literatura. Como sabe que odio las recomendaciones, me atreví a sugerirle que me hablara de algunos libros para regalar estos próximos REYES MAGOS a mis amigos, a la familia... No recuerdo la cantidad de libros sugeridos, todos ellos seguro llenos de hallazgos y virtudes. Ahora pasados unos días y dada la cercanía de las fechas, os dejo los cinco libros que primero me vienen a la mente. Seguiré recordando, haciendo memoria...



















miércoles, 26 de diciembre de 2018


MIS POETAS

BELEN SÁNCHEZ. TRES POEMAS



GEOGRAFÍA DEL SUEÑO

    PERDIDA la sombra la estela
que deja a jirones prendida
la vida en el amor
me asombra el tiempo tan lento
en terminar de ser nada para nada
me asombran ocho años y ciertos días
que en rumor de meses y meses
han pasado sin latido

oculta y deliciosa la vida
que oídme aconsejo tomar en sueños
con calles extrañas palabras dormidas
paisajes amados y amores posibles
en sueños donde tantas veces
tantas vidas son mejores

y pesará el tiempo con ligereza
como plumas vaciadas de nostalgia
y ocho años parecerán para siempre
otro siglo otra vida poca cosa

así perdidos y en sueños sin nada
con memoria inexacta de los días
tan sólo algunos días o aquella vez
quizás ni aquella hora ni estos ratos
tal vez nada para qué




MEMENTO MORTIS
  
    LA tarde son esos rayos de sol polvoriento
desde la ventana hasta la mesa
todo lo demás oscuridad sólo un brazo
de aire antiguo
rociándote de infierno los cabellos.

Pensar entonces
que serás difícil de olvidar bajo esa luz
que esa luz ya difícilmente será otro día la misma
que lo mismo ya no hay más sol ni más tú ni más infierno.




OFERENTE

    AQUÍ yace un tesoro revelado
por un mapa fácilmente descifrable
aquí el ron no se esconde en el cofre del muerto
ni hay una equis sobre una tierra de nadie
aquí se bebe todo
y los tesoros reposan tiernamente
sobre la húmeda arena
de la posibilidad.

Así que ven y márchate,
suelta de su mástil tu deseo
y olvida esas fantasías sobre sirenas e infantes,
porque yo sí diré mi canción sin peligros
a quien conmigo va
y aunque no vengas conmigo.









sábado, 22 de diciembre de 2018


LAS HORMIGAS



                          A Carmen, mi hormiga preferida



Cada vez me interesan más las hormigas, no es una sentencia vehemente de un día torcido o de un levantamiento matutino personal con mal pie; es una realidad, y lo afirmo rotundamente: cada día siento más admiración y afecto por las horminas, estos maravillosos y curiosos formícidos, insectos fantásticos que siempre despertaron la admiración de todas las razas y épocas de los seres humanos desde la noche de los tiempos. Es muy probable que algún día y no muy lejano me haga mirmecólogo, es decir estudioso de estos apasionantes y admirados insectos eusociales o bien buscar la forma de tranasformarme en una hormiga.
Cuando estoy en mi casa, ahora ya con más tiempo para todo, me dedico a observarlas en suelo de la terraza, las veo ir de un lado para otro y me emociona verlas a mi alrededor, mostrándose ante mí como animales superiores, insectos gigantescos que nos ganan en todo a los humanos; incluso llego a pensar que me miran de soslayo cuando oigo las noticias en la ya necesaria radio portátil, de este mundo asolado por la mediocridad de los sucesos diarios en un Planeta ya casi descompuesto por la barbarie del ser humano. Y ellas, las hormigas, tan fieles a sí mismas, ahí siguen en mi terraza, rodeando las macetas, haciendo una fila de trabajo, de consulta, de entendimiento, tan disciplinadas siempre, tan afables con sus metódicas labores, con su complicidad y armonía entre ellas. Ahí en ese momento es cuando me viene el verdadero mal humor y mi rechazo por los seres humanos que nos pasamos la vida creando conflictos, seres humanos que se odian, que se envidian, que se repelen, que asesinan y abusan del otro. Entonces vuelvo a mi tarea de mirar a las hormigas. Y estaría todo el día relajadamente escrutándolas, adorándalas, en definitiva, ayudándolas a construir su mundo para ser un poco mejor, ya que en el mío ando tan confuso con las noticias de última hora que ya estoy pensando y buscándome fórmulas magistrales para convertirme en uno de esos maravillosos formícidos, esos deslumbrantes insectos eusociales que no dejaré de admirar, sobre todo para seguir teniendo paciencia con las noticias que siguen llegando atropelladamente en este mundo caótico en el que vivo.







viernes, 14 de diciembre de 2018

TRES POEMAS DE CUADERNO DE IBIZA Y OTROS POEMAS


PICASSO

Mira, maestro,
cómo
vuelven las imágenes
más trágicas
de tu memoria.
Aquellas que
quisiste espantar
de tu mirada
para siempre en El Guernica,
y, que todos,
hace muy poco
se pavoneaban
en su ochenta cumpleaños.
Ahora vuelven estos
y aquellos
a olvidar de nuevo
tu mensaje, maestro:
la barbarie, la deshumanización
de la belleza.

Picasso, píntanos
de nuevo.




SIN MIEDO

Miedo, lo que se dice
miedo, no, es
algo diferente;
la incertidumbre
del mañana,
lo desconocido otra vez,
los estragos del cuerpo,
la Vincristina pasando,
la acumulación de heridas;
aunque la cueva, el
refugio del amor
hace
que ese miedo
sea
un enemigo
ya menor,
controlado, aprisionado,
vencido ahora
por los días y las noches
de este bello
vivir, que es
vivir contigo
sin miedo.


EL BESO

El beso que hoy
te doy, Lamia,
es
como una fuente
que ríe, y empapa
tu bello rostro.
Es, además,
como aquel ángel
que al pasar
crea en ti, no un silencio
sino una hermosa
sonrisa.
El beso que hoy te doy, Lamia,
cruza, también mi alma
que sólo tú
puedes ver, y hace crujir
mi hollado corazón.










                            EL NUEVO LENGUAJE


Paul Celan inventó un nuevo lenguaje para escribir su poesía, un lenguaje nuevo y diferente al de todos sus contemporáneos, para así poder sobrevivir a ese otro holocausto que supuso para él la vida después de la Segunda Guerra Mundial.  Leer su obra siempre es la expresión a través de la palabra.





      CALADAS DE CUBA. MANUEL MADRID.
       (FUNDACIÓN 33, 2017)



                                                          A José Antonio Macías



Manuel Madrid es un reportero de raza, un gran periodista tocado por el don de la gracia de la palabra, un ser inteligente y un ciudadano atento a su realidad, una realidad que le asalta a cada momento, le corre por sus venas con pasión  y entusiasmo, y le preocupa a la vez. Viajero impenitente, lector voraz y poeta semioculto.
Dicen de él las solapas de sus libros, a saber, que nació  en Puente Tocinos, Murcia, en plena huerta, pero bien podía haber nacido en cualquier lugar del planeta, y cualquier siglo se hubiera o hubiese adaptado a su humildad, a su humanidad, a su saber. Apasionado de las relaciones humanas y con un mundo interior tan desarrollado que no tiene que figurar en ningún protocolo socio cultural modernista o postmoderno de esta sociedad banal en su mayoría, llena de periodistas que escriben al dictado del amo de lunes a viernes, y el domingo comen en casa de la suegra.
Un escritor, Manuel Madrid, que no programa sus libros, son ellos los que le salen al paso entre sus pasos por los lugares que visita: Cuba, Nueva York, Barcelona o París, Estambul, Moscú, Buenos Aires; sus pasos que retumban, ven, oyen y sienten, son el ritmo del lugar que  visita. De este lado, la conciencia, del otro, la consciencia del viajero reposado y asombrado a cada esquina, deslumbrado, ojos que ven esos otros lugares, que no son los mismos de las manidas guías viajeras, una realidad que tampoco es la circundante sino la suya, una existencia que él quizás solo quiera que sea un recuerdo, un recuerdo feliz por haber amado así, por haber estado en Cuba, lugar que vio nacer un libro del que hoy quiero hablar, contar: Caladas de Cuba. Crónica del verano del deshielo, un libro del que estoy pretendiendo escribir desde hace rato, que allí dirían, pero que a cada renglón me asalta la personalidad del poeta, del viajero, del reportero.
Un libro deslumbrante ya desde la edición, pasando por todos los meollos, escondites y verdades que lo habitan. Un texto dividido en seis partes: Libertad, Deseo, Fidelidad, Imaginación, Porvenir y Añoranza. Libro de viaje quizás, o un viaje interior que el autor necesita para entender su existencia en un mundo que no entiende y que trata de entender. Hoy es Cuba, mañana será otro país, pero siempre hablando del mismo ser humano, el de acá o allá, de ese lugar, de esos ciudadanos autóctonos o extranjeros. A cada página el lector advierte la aventura también del viajero, a veces muy mundano, nada culturalista, la evidencia también de las preferencias de ese ciudadano, del viajero por encontrar maneras de identificarse, y todo ello relatado con una prosa impecable.
Leer es obviamente el cometido del lector, y así fue devorado en primera instancia por quien escribe este libro, luego hubo un tiempo de relectura y de reflexión; en todo momento disfruté, ahora le toca a otros lectores, los cuales dirán mucho más y mejor que lo que yo aquí digo, esa es la a grandeza de la lectura, sus diversas interpretaciones. Por tanto animo a que sean muchos los que se aproximen a estos textos deliciosos, al viajero, figura poco explorada en la literatura española, que los lectores den muchas caladas a este prodigioso libro: Caladas de Cuba, el diario de un viajero muy atento, de un periodista imprescindible, de un ser humano apasionado que lo identifica.






domingo, 9 de diciembre de 2018


EL RASTRO.

El domingo es día de rastro en Recuerdo. Situado frente al bellísimo palacio Almudí, junto a la pasarela Manterola, el inicio del Paseo del Malecón y el rio Segura a su paso por la ciudad, sin duda un paraje bucólico, una de las miradas más bonitas de la ciudad, podemos encontrar los murcianos de todo, como reza el dicho, de todo hay en botica. Cualquier cosa llama allí la atención, desde el mas rudimentario objeto, hasta curiosidades difíciles de adquirir o desechos, además de arte, libros de viejo, útiles de labranza, móviles, ciertos ropajes, etc. Un laberinto, sin duda, de objetos que raro es que el paseante, el vecino, el turista o el simple curioso, no caigan en la tentación de comprar o interesarse. Día para muchos de descanso y relajo, que buscan abstraerse de la cotidianidad y lugar de encuentro para amigos que quedan a tomar un café, mujeres y hombres que salen a hacer deporte cerca del lugar o jóvenes enamorados que dan un paseo en una barca por el río Segura, y luego acaban visitándolo. Qué más se puede pedir para un domingo cualquiera o ése día tan especial.  Allí pues, nos encontraremos pronto, hoy, el domingo próximo o el siguiente o al otro, a no ser que llueva, y ese día sea una ausencia deseada, una desbandada, un vacío para la ciudad, para quiénes compartimos el amor por los rastros, esos lugares emblemáticos que nos gusta visitar en todas las ciudades a las que viajamos. Del nuestro sólo una pequeña pega, pues no todo son lindezas en la ciudad dominical: faltan puestos y diversidad, debe de crecer en cantidad, que no en calidad pues la posee; pero ese trabajo lo debemos hacer los ciudadanos de a pie que todos los domingos lo visitaremos con frecuencia para animar a los profesionales de allí y de acá a poner sus puestos en el rastro de la ciudad de Recuerdo. 



UNO Me fui ovillando, es decir, me marché a la isla. Entonces, como si nada, como si todo, nacieron los poemas para este Cua...